Creo que es hora de que conozcas un poco más de mí. Tampoco mucho, no vaya a ser que encuentres mis debilidades, pero sí suficiente para que comprendas al Chico que Escribe, y sus motivaciones.
Crecí en una pequeña ciudad, no diré su nombre, pero sí que es preciosa. Desde antes de saber leer, ya intentaba imaginar el significado de los símbolos que había en los bocadillos de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o SuperLopez. Recuerdo que entre semana, comía en casa de mis primos, y en cuanto podía me enfrascaba en la no-lectura de los Mortadelo y Filemón. Por supuesto, cuando aprendí a descifrar aquel extraño código, llamado alfabeto, se me abrió un mundo, y siempre iba con un ejemplar de estos dos en la mochila.
Recuerdo, y conservo, el primer libro que leí completo: "Mumú", de Hilda Perera. Un libro infantil que cuenta la historia de un elefante. Ese libro, lo leerán mis hijos algún día, pues yo aún estoy agradecido a la profesora que nos lo mandó en el colegio.
Pasaron los años, y seguía leyendo todo lo que caía en mis manos, a menudo publicaciones pensadas para edades bastante más avanzadas, otras no tanto. Por supuesto, un constante en mi vida, siempre fueron las obras del gran F. Ibañez, haciendo hincapié en los agentes de la T.I.A. Por aquel entonces, dibujaba bien para mi edad, y soñaba con emular al maestro de los cómics, la pena es que a día de hoy no dibuje mucho mejor que en aquel entonces.
El siguiente libro que me marcó, un par de años antes de empezar secundaria fue El Señor de los Anillos. Guardo especial recuerdo, de una noche en el pueblo de mi madre, en la que me había quedado a leer hasta las tantas. En le libro hay una escena en la que lanzan cabezas ardiendo por encima del muro de la ciudad, estaba tan metido en la historia que no pude dormir en toda la noche de la impresión, así que decidí pasarla leyendo. Entre tanto, mi actividad favorita en clase eran las redacciones; me encantaba escribir. Un día, mi madre fue a hablar con la profesora, yo estaba sentado justo al lado mientras la comentaba lo buenas que eran mis redacciones, y cómo las estropeaba poniendo nombres raros y difíciles como Samsagaz, Frodo, Légolas, Gimly o Smeagol a todos los personajes. Imagínate, amigo lector, mi reacción en ese momento, una mezcla entre frustración y risa. Frustración, porque lo tomé como un insulto directo a Tolkien; y risa por motivos obvios. Me gustaría saber si esa profesora no muchos años después vió película, y si se acordó de aquella charla.
De momento es suficiente, algún día, cuando menos te lo esperes, continuaré la hisotria. Hoy más que nunca:
Soy el Chico que Escribe, y esta es mi historia.
Pasaron los años, y seguía leyendo todo lo que caía en mis manos, a menudo publicaciones pensadas para edades bastante más avanzadas, otras no tanto. Por supuesto, un constante en mi vida, siempre fueron las obras del gran F. Ibañez, haciendo hincapié en los agentes de la T.I.A. Por aquel entonces, dibujaba bien para mi edad, y soñaba con emular al maestro de los cómics, la pena es que a día de hoy no dibuje mucho mejor que en aquel entonces.
El siguiente libro que me marcó, un par de años antes de empezar secundaria fue El Señor de los Anillos. Guardo especial recuerdo, de una noche en el pueblo de mi madre, en la que me había quedado a leer hasta las tantas. En le libro hay una escena en la que lanzan cabezas ardiendo por encima del muro de la ciudad, estaba tan metido en la historia que no pude dormir en toda la noche de la impresión, así que decidí pasarla leyendo. Entre tanto, mi actividad favorita en clase eran las redacciones; me encantaba escribir. Un día, mi madre fue a hablar con la profesora, yo estaba sentado justo al lado mientras la comentaba lo buenas que eran mis redacciones, y cómo las estropeaba poniendo nombres raros y difíciles como Samsagaz, Frodo, Légolas, Gimly o Smeagol a todos los personajes. Imagínate, amigo lector, mi reacción en ese momento, una mezcla entre frustración y risa. Frustración, porque lo tomé como un insulto directo a Tolkien; y risa por motivos obvios. Me gustaría saber si esa profesora no muchos años después vió película, y si se acordó de aquella charla.
De momento es suficiente, algún día, cuando menos te lo esperes, continuaré la hisotria. Hoy más que nunca:
Soy el Chico que Escribe, y esta es mi historia.
A mi me pasa lo mismo, cuanto peor me encuentro, creo que mis frases son mejores, así que con ellas, espero llegar a conectar con quien las lea.
ResponderEliminarte entiendo y te comparto, siempre en los extremos o cuanto peor o cuanto mejor, ahí salen mejor los sentimientos...
ResponderEliminarBuenas vacaciones¡¡
Besos fuertes¡¡¡¡
Yo también recuerdo MUMÚ jajajajjaj que bueno!!
ResponderEliminarMe gusta tu manera de escribir y de contar las cosas. No es demasiado rebuscada, pero, a la vez, no es de las sencillas.
ResponderEliminar